La obediencia es el más fundamental e importante de los deberes militares: constituye la esencia, la substancia intima, el alma del Ejercito. Con ella por norma y guia, una tropa es capaz de todo lo más forzado y benemérito; sin ella, no es apta para nada util, bueno y honroso. aún para saber mandar, lo primero es saber obedecer. El deber de obediencia exige prescindir del instinto, los deseos, las pasiones, las conveniencias, la voluntad y la libertad, supeditándolo al pensamiento y a la voluntad del superior, en interés y bien del servicio. En eso estriba la solidez y fuerza de una tropa.
General de Brigada
Modesto Navarro
Maximas de Moral Militar
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